RESTAURANTES EN ANDORRA

Los mejores negocios se firman siempre en torno a una buena mesa. Al menos, cuando se eligen restaurantes en Andorra.

Hablar del Principado de Andorra es hablar de uno de los lugares donde la gastronomía se celebra como uno de los grandes placeres de la vida. Más de 425 restaurantes ofrecen un inmenso abanico de experiencias culinarias adaptadas a infinidad de gustos, necesidades y planteamientos. En los restaurantes de Andorra se pueden rastrear influencias de la cocina francesa y española, pero también de otros muchos puntos del planeta. Déjate sorprender por uno de los lugares sin los que no puede entenderse la perfecta fusión entre la mesa tradicional y las vanguardias.

Preguntarse dónde comer en Andorra la Vella, La Massana o Escaldes-Engordany.... es tener que elegir entre emplazamientos tan singulares como la cima de una montaña, con vistas a los fascinantes Pirineos, o el restaurante de un iglú, en el que se recrea el ambiente de este particular espacio. O culminar un día único tras conocer, por ejemplo, el valle glaciar de Madriu-Perafita-Claror, reconocido en 2004 como Reserva de la Biosfera y Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Su extensión representa el 10 % de la que tiene todo el país.

La cocina que se degusta en Andorra es la propia de una zona montañosa como son los Pirineos, con la conjugación perfecta de la tradición y la vanguardia. Los mejores restaurantes de Andorra permiten descubrir elaboraciones autóctonas de la máxima calidad, como el popular trinxat, con col de invierno, ajo, tocino y patata, o la escudella, un sabroso plato de cuchara que tiene como base la carne de cerdo y las verduras de temporada. Entre los ingredientes comunes destacan las setas, en concreto los fredolics, los rovellons, los ceps o las múrgoles, todos ellos habituales en cremas y como complemento de arroces y carnes. En cuanto a los postres, los restaurantes de Andorra coinciden en ofrecer algunos tan representativos como la coca masegada, un esponjoso dulce elaborado con ingredientes tan sencillos como leche, harina o levadura fresca. Tampoco faltan el queso fresco de leche cuajada o las torrijas con miel.

Y si comer es un placer en Andorra, también es fácil entender la creciente fama de los vinos del país. Desde 2006, Andorra cuenta con cuatro bodegas que ofrecen visitas y degustaciones de los caldos que se elaboran a mayor altitud de toda Europa.

Comer en Andorra es disfrutar, por la profesionalidad de una oferta de restauración única, habituada a un público exigente y que sabe apreciar la calidad de unos productos inolvidables. El turismo empresarial encontrará la oportunidad perfecta para complementar sus conferencias, convenciones y otras actividades en locales acondicionados para alojar grupos de diferentes tamaños.